"El Fin de la Historia" Marxista

La necesidad de una nueva teoría social

Después de los fracasos de la izquierda en los siglos 20 y 21, muchos en el mundo ya no nos sentimos representados por las izquierdas, lo que no significa optar por la derecha como algunos lo hacen y que aprovechan para pescar a río revuelto. Pero eso tampoco significa no ver más allá y solo quedarse en la crítica a la izquierda o en crear las variantes: eco-izquierda, izquierda feminista, etno-izquierda, etc. Así mismo, no cabe seguir confundiendo a los movimientos sociales o populares con la izquierda o como parte de la izquierda, como se ha hecho siempre.

Como decía Hannah Arendt : "El revolucionario más radical se convertirá en un conservador el día después de la revolución." O más claro aún, lo que señalaba el dirigente kurdo Abdullah Öcalan en el segundo tomo del Manifiesto por una Civilización Democrática: La toma del Estado termina por "pervertir al revolucionario más fiel". "Ciento cincuenta años de heroica lucha se asfixiaron y volatilizaron en el torbellino del poder". Lo cual no depende de la calidad de los dirigentes, sino de una cuestión de cultura política; como nos recuerda Zibechi[1] al respecto.

Las aspiraciones y luchas de los pueblos han sido dirigidos por la izquierda, pero mayormente han sido aprovechadas, burocratizadas, manipuladas y hasta tergiversadas por la izquierda. Ellos han capitalizado y le han llevado a su molino a muchas personas y propuestas, para luego vaciarlas y resignificarlas en sus dogmas, bajo la egolatría de que son el pensamiento más avanzado, de la filosofía política más avanzada, de la clase más avanzada, y del partido más avanzado.

Todo esto nos debe llevar a cuestionar al mismo tiempo al sistema de partidos y a la democracia, en la que derechas e izquierdas han privatizado y monopolizado la acción política. Los movimientos sociales no deben ser privatizados ni endosados a los partidos políticos, y no podemos estar dependientes de los partidos para poder tomar nuestras decisiones, es decir, cuando nos acercamos a votar nos vemos en última instancia obligados a votar por los partidos de izquierda por no votar por la derecha, lo que es un círculo vicioso de nunca acabar y los resultados están a la vista. Lo que significa una acción directa de los movimientos sociales.

Por otro lado, la izquierda tiene una posición clasista, pero no necesariamente ha sido ni es: feminista, ecologista, animalista, anti sexista, anti xenófoba, anti homofóbica, anti eurocéntrica, anti racionalista, anti antropocéntrica, anti desarrollista, anti extractivista, etc. La izquierda no puede seguir siendo el paraguas de todos o de algunos de ellos, sino que tiene que ser una más entre todas las posiciones contra el capitalismo, el colonialismo, el globalismo, el racismo, el supremacismo, el religiosismo, etc. Todas las cuales responde transversalmente e interseccionalmente al patriarcalismo, que es el que ha creado históricamente todas estas ramificaciones de violencia social, sexual, de género, racial, ambiental, epistémica, etc.

Es un absurdo revolucionario con toda la vivencia experimentada seguirse poniendo a la cola de los partidos políticos de izquierda, pues como hemos visto se convierten en electoralistas y caudillescos. Solo aparecen en época de votaciones y son feudos de personajes, en donde el presidente del partido y presidente de la asamblea y presidente del gobierno, se convierte en un monarca de izquierda. El que busca que le idealicen y le hagan un culto a su personalidad, desde el bolchevique Lenin hasta el chavista Maduro.

Por ello, el pueblo ya no se identifica ni con la política ni con los partidos políticos, ni con la izquierda. Tenemos que exigir la presencia directa de la sociedad civil sin la representación de los partidos políticos ni de la democracia burguesa, instrumentos creados por el sistema y que están a su servicio, y que la izquierda dice combatir. Necesitamos una acción directa y concreta, sin representación ya que significa entregar un cheque en blanco al elegido, el cual hace cualquier cosa y hasta se vende. Eso en otros círculos transformadores, que ya funcionan de otra manera le llaman sociocracia, biocracia, y las comunidades indígenas practicaban una comuncracia. Funciona mediante la cooptación de abajo hacia arriba, desde los conglomerados más pequeños, en las ciudades con los barrios y en el campo con las comunidades.

En este sentido, se hace necesario crear una teoría social que profundice las teorías que venían solo desde la izquierda, canonizadas como las únicas científicas y revolucionarias, y convertidas en la nueva religión de los marxistas. El marxismo es una herramienta entre otras, no es el medio ni el fin del pensamiento transformador. La teoría social no puede seguir estancada en el "fin de la historia marxista" al estilo Fukuyama, que es lo que ha hecho la izquierda con sus teorías. No han sido capaces de ir mas allá y solo se han quedado en hacer un inmenso pie de pagina a Marx. Han convertido a Marx en un Cristo y lo han crucificado. A Marx le daría vergüenza que le hayan empalado de esa manera, como lo hacen algunos violadores con algunas mujeres.

Esa teoría social diferente es el anti patriarcalismo, y que ya se viene formando poco a poco. Una teoría social para dar cabida a todas las alteridades y otredades, pues la lucha seccional de cada uno, en vez de conducir a cambios reales, lo que hace es crear absorciones y asimilaciones por el sistema, y con ello que surja, por ejemplo, un feminismo hetero-conservador-nacionalista. De qué sirve que hayan muchas mujeres en sitios de poder, si lo que ellas hacen es acentuar el capitalismo, el productivismo, el occidentalcentrismo, y todos las ramas del patriarcalismo que hemos mencionado anteriormente. De que sirven las caras indígenas en el poder institucional si su mente es patriarcalista, aunque parezca defensor de los indios, como Evo Morales y muchos otros. Y así con ecologistas, lgtbistas, especistas, espirituales, y tantas manifestaciones, pero que llegan a contradecirse en la raíz las unas a las otras, y que en última instancia resultan ser parte del sistema. A veces lo único que quieren o que resulta, es que solo quieren mejorar el sistema o tener ciertos derechos particulares y puntuales, como el caso de homosexuales blancos que rechazan a los homosexuales negros, e incluso a los trans blancos y que los desprecian como plumafobia. Etc., etc.

El trans-capitalismo no puede ser el socialismo ni siquiera el comunismo de Marx, sino algo más profundo. Ellos han demostrado sus límites y hay que rebasarlos, no podemos seguir esperando que reaccionen, sino que ellos deben sintonizarse y ponerse humildemente de igual a igual con los otros, y no pretender que todos vayan tras ellos, como ha sido siempre. Basta de tanto narcisismo izquierdista, socialista, comunista. De la misma manera, que alguna vez los liberales fueron de izquierda y transformadores, hoy son de derecha y conservadores, y actualmente los socialistas ya resultan conservadores y atrasados para los movimientos sociales que se regeneran rápidamente, mientras la izquierda sigue estancada en viejos esquemas.

No se han revolucionado y por ello siguen fracasando y paralelamente desprestigiando a los movimientos sociales a quienes muchos los asocian con la izquierda. El movimiento antipatriarcal debe poner distancia con la izquierda, que no significa ser anti izquierda sino que le debe poner límites si no ésta se vuelve dictatorial, fascista, populista. De ahí la urgencia de un movimiento anti patriarcal para repotenciar la resistencia y las acciones, pues la "manada" política de la derecha va a violar con más fuerza a todos, como ya vamos viendo con los Bolsonaros que se van abriendo paso. Pero principalmente por el cambio climático que no da tregua, que le está enseñando al hombre civilizado que si no aprende a vivir dentro de sus leyes tendrá que desaparecer, al menos una buena parte de ellos.

Algunos se han visto obligados a respetar a la Madre Tierra, han tenido que ceder ante la fuerza y el poder que ella tiene y hacer algunos cambios. El hombre arrogante se está inclinando lentamente y a regañadientes haciendo algunos cambios y comprendiendo algunas leyes de funcionamiento natural. Pero es mínimo todavía, y el tiempo asecha y cae fuerte, como vemos cada vez más. Lo que significa que no hay tiempo que perder.

Movimiento anti patriarcal ¡YA!

Atawallpa OVIEDO FREIRE

[1] https://bit.ly/2G0e9uw